Al igual que en el resto de la ciudad, estas fiestas navideñas han venido de la mano de regalos para los pequeños y las pequeñas del Barrio del Cementerio. Pero aquí ha sido con un toque comunitario. Y es que las familias que ya se organizaron en 2020 para crear la Despensa Autogestionada de Productos Esenciales, se han movido esta vez para asegurarse de que ningún niño, ni ninguna niña de la barriada se quedase sin regalo.
Gracias a la colaboración con la asociación Cometas y Sonrisas, se hizo posible el reparto de más de 200 regalos, que fueron entregados el día 23 de diciembre en el número 22 del Vial de los Cipreses. La expectación era alta, después de que las duendes navideñas se encargaran de recoger cartas de deseos durante las semanas anteriores.
Porque fueron jóvenes voluntarios y voluntarias del vecindario los que hicieron todos los esfuerzos necesarios para personificar la magia de la Navidad, con Santa Claus incluido.
Toda la ilusión de este evento, constituye una piedra más en la consolidación del movimiento comunitario, un tejido indispensable para poder pensar la mejora participativa de esta zona de la ciudad de Alicante. Un pequeño paso por parte de un vecindario comprometido y que acumula muchos deseos incumplidos.
Aunque las luces navideñas no han llegado este año, esperamos que el alumbrado público sí se materialice durante el 2022, y que deje de haber calles sin luz en el Barrio del Cementerio.
Desde el equipo Asertos ofrecemos este humilde reportaje de la experiencia y estamos encantados de seguir embarcados en actividades como esta, junto a las personas estupendas que forman el vecindario del Barrio del Cementerio.